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martes, 30 de diciembre de 2008

La pequeña Lucy.

La pequeña Lucy estaba escondida bajo la mesa, como todos los días de tormenta, le aterrorizaba porque decía que eran las lágrimas de las almas muertas que acudían al mundo en busca de ayuda o de alguien a quien arrastrar junto a ellas.
Sus padres pensaban que estaba loca pero ella sabía bien lo que hacía, estaba convencida de que la muerte la había elegido, no sabía el porqué ni le importaba. El psicólogo pensaba que a su edad los niños no piensan del todo bien, que una niña de 7 años no era capaz de sentir cosas tan serias como esa, que solo era un juego de Lucy. La pequeña llevaba desde los 5 años hablando de esas cosas, así que sus padres no la permitieron ir al colegio y contrataron a un profesor privado, que al cabo de dos años con la niña avisó a los padres que la llevaran a un colegio público para que hiciese amigas y no se aferrase tanto a la oscuridad y a la muerte. Siguiendo lo que dijo el profesor Lucy iria a un colegio normal.
A la semana de ir al colegio, un domingo por la mañana comenzó a llover, era extraño que en pleno 23 de Julio lloviese pero eso no fue lo más raro, por primera vez Lucy no se escondió, sino que se armó de valor y subió al tejado de casa, sus padres la siguieron, al llegar Lucy estaba intentando mantener el equilibrio en el borde de la valla que rodeaba el tejado, el sol se ocultó tras unas grandes nubes oscuras que se alzaban al norte de la casa. La madre de Lucy, paralizada por el pánico a perder a su hija la gritó:
<< Lucy, baja de ahí te vas a caer >>
Lucy respondió tranquila:
<< No te preocupes mamá, el alma de mi príncipe ha venido hoy a buscarme... >>
Y nada más terminar la frase se arrojó al vacío, fue como si el tiempo se detuviese un instante para luego volver al soleado día de verano....
Días después del entierro el padre encontró el diaro de Lucy, y empezó a leer desde el lunes de esa misma semana...
17 de Julio:
Querido diario, hoy comencé a ir al colegio, allí hay gente muy extraña, que me miran como si yo fuese un monstruo, excepto el. Se llama Luke y es muy guapo aunque tiene la cara un poco descolorida y parece mayor que todos nosotros, como si tuviese el doble de mi edad, además lleva uniforme.
18 de Julio:
Querido diario, hoy he hablado con Luke, me ha dicho que el domingo vendrá a por mí, que yo soy su angel y el es el mío. Fue como si hablase al fin con la muerte en persona.
19 de Julio:
Querido diario, hoy Luke no ha venido y las demás personas de mi clase me han tirado bolas de papel y se han reido de mi, mientras escribian en la pizarra dibujitos con titulos como: Lucy y sus amigos imaginarios.
20 de Julio:
Querido diario, hoy una chica que se llama Martina que va a mi clase me a dicho que seamos amigas, y que la clase se metió conmigo porque hable con el aire cuando yo en realidad había hablado con Luke, así que le conté todo sobre mi a Martina, que me escuchó atentamente.
21 de Julio:
Querido diario, hoy Martina me ha dicho que estaba loca y que ayer solo fingió ser mi amiga y le ha contado a todo el mundo lo de Luke, se han reído mucho de mí, pero al llegar a casa he visto en un sobre escondido bajo mi almohada esta nota:
Lucy, soy Luke solo queria decirte que esa niña no volverá a molestar a nadie y mucho menos a ti, lo que te ha echo es imperdonable.
22 de Julio:
Querido diario, hoy la madre de Martina me ha llamado y me ha dicho que su hija a sufrido un ataque al corazón, y que yo y mis padres podiamos asistir a su entierro por la tarde.
23 de Julio:
Querido diario, hoy me despido de ti y te agradezco que me hayas escuchado siempre, con la primera tormenta mi principe me recogerá....
FIN.